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Tanto planificar, calcular, sumar, restar, abstraernos en la lógica de un tiempo lineal, en un hábito de supervivencia adquirido hace miles de años, que nos vamos volviendo cada día un poco más robots. Transcurrimos a través del día a día como anesteciadxs. El Sol, Marte, Mercurio y Venus en #Virgo nos invitan hoy a una profunda revisión de nuestra cotidianidad. Asumiendo la mecanización de nuestra existencia, para empezar a trazar la posibilidad de una apertura.

Cada acto, cada gesto, puede ser un contacto profundo con la vida. El cepillo de dientes que recorre suavemente mis dientes-cristales, los pies acariciando o siendo acariciados por la tierra al caminar, el disfrute del mate o el café que se filtra en mi paladar desbordándome de aromas. En Virgo las grandes ambiciones no tienen cabida, todo movimiento que intentes desde el Ego te va a llevar simplemente a que te estampes contra la pared de la frustración. Mientras perdemos de vista todos estos ricos detallecitos de nuestro momento a momento.

La cuadratura de Marte en Virgo con Júpiter en Sagitario nos lleva a también a la pregunta: este cotidiano, ¿tiene sentido para vos? Para este que hoy estás siendo, ¿tiene sentido? ¿O puede que estés necesitando un cambio en tu accionar diario? Empezar a modificar la experiencia cotidiana para que este más alineada a tu ser actual.

Puede que cuando fuiste trazando tu cotidianidad tenía sentido! Pero que hoy ese sentido haya quedado caduco. Entonces, esta cuadratura pide una reformulación. Un nuevo accionar. Virgo permite vislumbrar cómo estás administrando la circulación de tu energía vital en el día a día. Entendiendo que el tiempo y la energía son limitados. A veces, en el caos cotidiano, terminamos moviéndonos por una inercia que poco tiene que ver con un despliegue genuino de nuestra singularidad. Estos días nos permiten frenar y comenzar a reordenarnos, pudiendo empezar a incluir muchas cosas que solemos dejar afuera. A reorganizar nuestros tiempos y nuestra gestión energética para que se adecue más a mis necesidades y mis deseos reales, y no al hábito adquirido y mecanizado. Ese que me está matando. Frenar, ver la vida que estoy viviendo. Y ver qué cambios, pequeños o gigantes, pide mi existencia cotidiana. Tal vez sea simplemente disfrutar un poco más, descansar un poco más, jugar un poco más. Dedicarle más tiempo al arte, a la creación. A relacionarme. O simplemente hacer lo mismo que hacés, pero un poco más consciente, un poco más presente. Un poco más en contacto con la vida, deconstruyendo al robot, abriéndote a vivir.

A continuación dejamos un video donde podés profundizar un poco más en cómo acompañar estos tiempos virginianos!

Esperamos que sea de utilidad. Cualquier feedback es bienvenido!

 

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