Luna llena en Virgo –
9/3, 14:48 hrs (horario argentino, UT-3)
Escrito por Wem Marcos Wertheimer
Contexto planetario
En este momento están casi todos los planetas en signos de tierra. Esto equivale a decir que casi toda nuestra energía psíquica disponible está en este elemento, creando un fuerte contraste con la conjunción del Sol y Neptuno que está ocurriendo en Piscis.
Y, excepto Mercurio, todos los planetas están en signos interiorizantes. Es en un momento de, básicamente, ir hacia dentro. Frenar los caballos, y tomar un descanso al costado de la carretera.
Los cuatro planetas presentes ahora en Capricornio, nos hacen llevar nuestra energía a los objetivos. A afinarnos con nuestros sentidos más profundos, y trazar rutas de materialización. (Podés leer más al respecto en el post de Marte en Capricornio).
Mientras que la conjunción de Venus en Tauro con Urano nos abre un espacio de revolución vincular, nos da energía para abrirnos a nuevos modos relacionales que tengan más que ver con nuestro modo más genuino de vincularnos.
En este contexto de mucha energía interiorizante y mucha energía dirigida a los propósitos emerge esta luna llena en Virgo, invitándonos a olvidarnos por un momento de esos propósitos lejanos, y atender lo más cercano, pudiendo ver el mapa mayor del presente.
El viaje personal
Aquello que nos permite olvidarnos por un rato de nuestros propósitos y nos lleva a conectar con el presente es, muchas veces, la frustración. Es uno de los modos en que esta luna llena opera. Algún proyecto se frustra. Insistimos una y otra vez en lograr eso que nos propusimos. Pero no lo logramos. No estos días.
No es fácil encontrarnos con que “no pudimos”, con que “fracasamos”. Con que el plan tuvo factores que no tuvimos en cuenta. El plan puede ser cualquier cosa: juntarte con amigxs, una cita, un proyecto laboral. La cuestión acá es cómo estamos lidiando con la frustración de nuestras expectativas.
Es incómodo frustrarte. A veces enoja, a veces entristece, a veces genera impotencia, que las cosas no salgan como las esperaba. Esta luna llena pida que creemos una nueva relación interna: frustración es una invitación a ver el lugar en el que estás.
Y de hecho, de eso se trata esta luna. De abandonar por un momento tus objetivos, ya sea a fuerza de la frsutración o no, y detenerte. Frenar. Respirar profundo. Y preguntarte: ¿qué lugar exacto ocupás hoy en el entramado planetario?
Tu lugar en la máquina-planeta
Un modo para comprender Virgo es el de comprender la totalidad como una máquina. Cada parte de la máquina tiene su función. Desde la manivela principal, hasta la tuerca más perdida y oxidada en algún rincón. Y todo es igualmente necesario para que la máquina funcione. Muchas veces hacemos de todo por ocupar ese lugar tan anhelado. Nos comparamos, y entonces tratamos de ubicarnos lejos de donde hoy realmente nos toca estar.
Cuando me inicié en el Tantra, mi maestro me estuvo hablando un buen rato sobre la magia de las dagas. Su perfecto equilibrio entre mango y hoja, sus hermosas decoraciones con rubíes y safiros. Toda una oda a la daga. Pero, me dijo, cuando se te rompe el pantalón, lo que necesitás es una aguja. Creo que esta es exactamente la comprensión que Virgo nos pide.
Esta energía no tiene nada que ver con la resignación de ser aguja. Es la comprensión de un orden mayor del cual formamos parte. A partir de esta comprensión, podemos ubicarnos. Podemos reconocer exactamente el papel que nos toca desempeñar en el movimiento del cosmos. Y abandonar los deseos egoicos, para asumir con total entrega este rol.
No importa que entiendas o no tu rol. Esta comprensión no es intelectual. Es más del orden corporal-intuitivo. Y no se trata de ir a buscarlo. Necesitás frenar, cerrar los ojos, respirar profundo, y abrirte a que la información aparezca. Dejar que los poros se abran, que la sensibilidad pisciana tenga un cuenco donde descansar. Y así, dejar que simplemente la respuesta se vaya formulando adentro tuyo.
El momento presente
El emerger de esta respuesta depende también de cuánto puedas situarte temporalmente. Así como en el sistema-máquina-planeta tenés un lugar específico para ocupar, también es necesario reconocer el momento en el que estás. Hay momentos más de ir hacia afuera y momentos más hacia adentro. Momentos más para vincularte y momentos más para retirarte. Más allá de cuál sea tu tendencia, tu lugar favorito, Virgo no se trata de favoritismos. Esta luna llena tiene el potencial de permitirte abandonar tu lugar favorito, y abrirte a ocupar ese lugar que realmente hoy estás necesitando ocupar para tu madurez profunda. De hecho, madurar es muchas veces abandonar las reacciones infantiles, y asumir las zonas incómodas.
Por ejemplo, si siempre tendés a vincularte, tal vez te puedas dar cuenta de que estás necesitando un momento de retirada, de reencuentro con vos. O si siempre tendés al aislamiento, tal vez te des cuenta de que necesitás abrirte a relacionarte íntimamente con otrxs. Tal vez necesitás tener una rutina si siempre vivís libre de tiempos, o tal vez necesitás abandonar tu rutina si es lo que te ata. El tema acá es ver el gran recorrido de tu vida. Ver las oscilaciones vividas. Y ver realmente de qué se trata este momento. Tomando la gran cantidad de energía capricorniana disponible hoy, para comprometerte con habitarlo.
Esta luna llena es una invitación a abrirte a una lógica más profunda que la habitual. Permitirte ponerle un freno a todo el mundo externo, ir hacia adentro. Abriendo tus poros a recibir toda la información que este momento te revela. ¿Cuál es tu participación en el gran contexto planetario? Por más insignificante que se sienta, o por más grandioso que se sienta. A veces toca ser el rey y a veces el sirviente. En este sentido, no hay mejor ni peor. El tema es ponerte al servicio de la vida. Más allá de tu deseo personal. Permitirte sacrificarlo por unos momentos. Y ver dónde te pide hoy el entramado planetario que estés. Dónde podés ofrecer tu servicio real.
Por eso, Virgo es el signo de la entrega. No hace falta que lo entiendas. Simplemente, que te entregues a ocupar ese lugar que hoy estás ocupando. Soltar el deseo de estar en cualquier otro lugar, respirar profundo, y asumir: HOY ESTOY JUSTO ACÁ. Y, justo ahí donde estás, ponerte al servicio del planeta.
¿Cómo se están llevando ustedes con esta energía, comunidad? ¿Cómo la vienen sintiendo? Contanos en los comentarios!
¡Ahora les dejamos esta meditación para conectar un poco más con esta energía! Pueden también escucharla si prefieren haciendo click acá (altamente recomendable escucharla en lugar de leerla)
Meditación de luna llena
Te invito, primero que nada, a generarte un espacio para que el ritual suceda. En esta luna llena en Virgo, cada detalle importa. Fijate todo lo que necesitás para crearte un contexto amoroso, que te permita conectar con vos. Ubicá cada cosa justo en su lugar. Sentí que, al ver el ecosistema donde realizarás esta meditación, te transmite orden y confianza.
Una vez sientás que estás en el lugar indicado, te invito a ponerte cómodx. Podés recostarte o sentarte, según prefieras. Te invito a cerrar los ojos. Sentí tu respiración. El aire tal y como entra mientras entra, el aire tal y como sale mientras sale. Permitite descansar en esta respiración.
Te invito ahora, a tomar consciencia de tus propósitos, de tus objetivos. Todos esos lugares en los que tanto anhelás estar. Esos roles que te gustaría jugar. Ese, esa, que tanto te gustaría ser. Y te invito a conectar con el agotamiento de intentar siempre estar allá, olvidándote siempre de estar acá. Abrite a la posibilidad de, por un momento, olvidarte de esas lejanas cimas. Reconocé el lugar en el que estás.
Te invito a permitirte tomar consciencia de tu ecosistema presente. Todo aquello que sucede en tu cotidianeidad. Tus vínculos, tu casa, tu trabajo. Todo tu presente. Tal y como es. Sin necesitar agregarle o quitarle nada. El momento que hoy estás viviendo. Con tus miedos, tus frustraciones y también con tus anhelos. Pero todo visto desde este presente. Hoy estás justo acá. En ninguna otra parte. Siendo exactamente este, esta, que hoy estás siendo. Nadie más. Te invito a respirar profundo, y darte cuenta de quien sos hoy.
Ahora te invito nuevamente a reconocer tu ecosistema. Y darte cuenta del lugar exacto que hoy estás ocupando. ¿Cómo es este lugar? ¿Te es cómodo? ¿Te es incómodo? ¿Quién estás siendo en relación a tu ecosistema? ¿Qué engranaje de la máquina vincular estás siendo?
Te invito a sentir de lleno tu lugar. Todo lo que hoy sentís ocupando tu lugar. ¿Sentís gratitud? ¿Sentís sofocación? ¿Te sentís conmovidx? Te invito a simplemente sentir esto que estás sintiendo, al asumir tu lugar, al habitarlo.
Te invito, ahora, a conectar con el servicio. Deja que el aire entre por tu boca y vaya a la parte alta de tu pecho. Y observá: desde este lugar que hoy estás ocupando, ¿cómo podés servir a tu ecosistema vincular? ¿Cómo podés servir al ecosistema planetario? Te invito a abandonar por un momento tu deseo, tu ego, y simplemente ver cómo podés servir al ecosistema.
Y te invito a darte cuenta de que vos también sos parte de este ecosistema. Tu bienestar es esencial para el bienestar del ecosistema. Te invito a reconocerte parte de este orden, un orden mucho mayor, que te incluye. Te invito a darte cuenta lo importante que es tu bienestar para el bienestar del sistema planetario. ¿Cómo es ponerte al servicio, asumiendo a su vez tu propio bienestar? ¿Cuál es ese equilibrio justo entre servicio y bienestar personal?
Te invito a respirar profundo. Dejá el que aire entre y salga por la boca. Podés probar de descansar en esta consciencia, de pertencer a un orden mayor. Uno que no comprendés, ni tenés por qué hacerlo. Te invito a entregarte a formar parte de este Gran Misterio. A descansar en este formar parte del Gran Misterio. A soltar ahora todo otro anhelo, y simplemente contemplar este gran orden misterioso y sagrado. Y tu papel en este movimiento.
Ahora, de a poco, podés ir volviendo a tu consciencia habitual. Volvé a tu cuerpo, a tu respiración. Bienvenido, bienvenida, bienvenide.
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