El placer no es sino la felicidad de una parte del cuerpo.
Joseph Joubert
Venus en Tauro en la Carta Natal
El placer necesita su ritmo. En el apuro nunca hay tiempo para el placer. Esto Venus en Tauro lo tiene clarísimo. Por eso Venus rige a Tauro.
Quienes nacen con Venus en Tauro suelen tener muy claro el espacio que el placer requiere en la vida. El tiempo para una rica comida, la importancia del descanso. El arte de simplemente disfrutar las infinitas bendiciones que la existencia material nos ofrece.
El tema es que esto puede entrar en conflicto con las ideas predominantes de nuestro sistema, donde todo tiene que ir siempre a mil. Por eso Venus en tauro puede vivir una gran ambivalencia, entre reconocer y entregarse a su ritmo lento y sensual, o querer automoseterse a un ritmo ajeno, donde va lentamente desconectando de este gran potencial para el placer que le es innato.
Venus en Tauro es sumamente sensual. No porque intente seducir ni nada parecido: simplemente está tan presente en su cuerpo, que la sensualidad está a flor de piel. Principalmente al servicio de su propio placer.
Y no se trata de buscar estímulos, sino de amplificar cada vez más el registro de todo el goce disponible en cada mínima sensación, cada caricia, incluso cada respiración. Ese es el gran talento de Venus en Tauro.
A nivel vincular, Venus en Tauro va a tender a las relaciones duraderas. Los cambios a veces se complican. La posesividad puede ser una cuestión predominante también, con sus consecuentes celos. Esto es bastante inevitable en cuerpo con Venus en Tauro, aunque también puede elaborarse.
Tránsito de Venus por Tauro, del 15/04/2021 al 09/05/2021
Frenar. Respirar. Gozar. Venus en Tauro es una llamada a bajar varios cambios, y conectar con el placer que nos trae el simple hecho de existir. Cuando nos permitimos dejar de lado nuestras exigencias, y descansar en el simple hecho de estar siendo.
¿Cuánto tiempo le dedicás por día al placer?
En nuestra cultura de la hipervelocidad y la hiperproductividad, muchas veces queda relegado todo lo que Venus nos propone.
Y sin embargo, acá está. Venus en Tauro y su invitación a ir mucho más lento. Observando cómo la lentitud va abriendo el umbral de sensibilidad. Como una caminata, una caricia, una respiración, se pueden transformar en todo lo que siempre estuvimos buscando. Cuando respiramos plenamente el momento, el disfrute está ahí.
La lentitud va permitiéndonos caer en la presencia, abrir nuestras células. La lentitud es una de nuestras máximas revoluciones posibles. Dejar de lado un rato las metas, y entregarnos de lleno al disfrute de una comida, de un aroma, de una música. Dejar que nuestros poros se vayan abriendo.
Hacer el amor con toda la existencia. Suave. Lento. Gustoso. Hacer el amor con vos mismx. Y con otrx. Sin prisas. Por el simple placer del encuentro, del cuerpo habitado.
Y no es tan complicado o extraño como suena. Es, de hecho, muy simple. Tan simple como bajar mil cambios y sentir. Sí, así de simple. Respirar y sentir. Caminar y sentir. Hablar y sentir. Comer y sentir. Ir estando cada vez más justo adonde estamos. Sin querer disparar hacia otra parte. De este modo, cada instante nos nutre, y nutrimos a cada instante con un desborde de presencia. De este modo, cada instante es el acto sexual de cada una de nuestras células con la totalidad del cosmos.
Lento. Suave. Gustoso.
En el medio sí, pueden estar nuestros pensamientos, todo eso que creemos que deberíamos estar haciendo y tal. Pero podemos aprovechar esta temporada de Venus en Tauro para no darle tanta importancia a esos pensamientos por un rato, y seguir cayendo cada vez más en el simple disfrute del cuerpo gozoso.
Venus conjunción Urano – las mutaciones tecnológicas en la sensorialidad
Del 21 al 24 de abril
En el último tiempo, pandemia de por medio, venimos asistiendo a una gran transformación de nuestra sensorialidad. En todos los ámbitos se acrecienta el uso de la pantalla como medio para nuestra interacción humana. La pantalla contiene la posibilidad de interactuar a través de dos sentidos: vista y oído. Los dos sentidos que en los últimos miles de años el sapiens más ha ido desarrollando, en detrimento de los otros tres.
Tacto, olfato y gusto van teniendo cada vez menos lugar en nuestro mundo vincular-sensorial.
Y sin embargo, son tan fundamentales.
El olfato, por ejemplo, es nuestro sentido más antiguo. Vieron que pasa algo muy intenso con el olfato. A veces alguien tiene un olor que nos gusta, y todo nuestro deseo más primal se enciende. Y si no nos gusta un olor, no hay mucho que hacer. Es muy difícil querer cercanía e intimidad cuando no me gusta el olor de la persona. El olfato es indomable.
Y qué decir del tacto. Es tan pero tan necesario tocarnos. El calor de un abrazo es irreemplazable. El contacto de cuerpos sudados cuando hacen el amor. La caricia que nos contiene y nos eriza. Sí, definitvamente es necesario tocarnos.
Pero hoy la sensorialidad va quedando relegada a la vista y el oído.
Y parece que esto es un aspecto inevitable en este tránsito de Urano por Tauro.
Estos días en que Venus pasa sobre Urano, me parece que es fundamental que elaboremos la reflexión acerca de nuestra sensorialidad, que nos procuremos espacios donde sentir la totalidad de nuestros cuerpos, de nuestros sentidos, y no la reducción mecanisista que dispone la interacción virtual.
¿Qué aprendizajes evolutivos nos implica este tránsito?
Creo que la respuesta solo se puede ir elaborando en el tiempo. Por ahora, simplemente creo necesario advertir que la extrema virtualización de los cuerpos realza la extrema necesidad de recuperarlos. De recuperarnos. De seguir retejiendo los caminos con nuestra existencia corporal, tantos siglos negada, rechazada, “sublimada”.
También puede ser una invitación a seguir abriendo la pregunta de cómo es el habitar singular de cada corporalidad. Cómo habita cada quién su cuerpo. Cómo conecta cada quién con el placer. Entendiendo que estas no son preguntas secundarias, sino que necesitan pasar al primer plano. En el viaje de ir desterrando cada vez más a la mente de su trono inmaculado, Venus se encuentra con Urano en Tauro y nos lleva a preguntarnos por cómo es nuestro modo singular de habitarnos cuerpo gozoso.
Escrito por Wem Marcos Wertheimer, consultor e investigador astrológico
Y te invitamos a conocer más sobre Venus y el próximo Ciclo de Junio donde profundizaremos en la belleza, el placer y la inteligencia vincular haciendo click acá.
I have been exploring for a little for any high-quality articles or blog posts in this sort of area Exploring in Yahoo I ultimately stumbled upon this website Studying this information So i’m satisfied to show that I have an incredibly good uncanny feeling I found out just what I needed I most definitely will make sure to don’t disregard this web site and provides it a glance regularly