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Sí. A veces sentimos vergüenza.
Nos avergüenza nuestra imagen, o nuestro deseo, o nuestro placer, o nuestras actitudes. ¡O incluso nuestras virtudes!
Pero, ¿qué es la vergüenza?

Parecería ser que la vergüenza es algo así como una voz ajena que se instaló en nuestro cerebro,
y nos repite insistentemente que eso que nos constituye está mal,
que deberíamos ser diferentes a como estamos siendo.

Y como si fuera poco… ¡cuántas veces nos avergüenza la vergüenza!
Creemos que no deberíamos sentirla.

Pero sí. Milenios y milenios de autotortura no vienen solos.
Están inscriptos en nuestros cuerpos. Y nos siguen torturando.

La vergüenza es una especie de virus, que va mutando de generación en generación,
pero que forma parte de la especie humana hace miles y miles de años.
Y no, no es un error.
Ante todo, y primero que nada, es. Es parte de nuestra humanidad.
Como criaturas humanas, también sentimos vergüenza.

Y antes que cualquier otra cosa, nuestras vergüenzas necesitan ser validadas.
Son marcas muy profundas en nuestros cuerpos.

En el entrenamiento tántrico-alquímico, donde esto muchas veces emerge, la propuesta es la siguiente:

primero que nada, honrá tu vergüenza y tus limitaciones. Abrazalas. Conocelas. Reconocelas.
Y, solo entonces, permitite ir un poquitito más allá.
Solo cuando estás listx. Cuando sientas que el contexto acompaña. Que no vas a ser juzgadx.
Cuando sientas que entrar ahí es lo amoroso.

Si pretendés ir mucho más allá de tu vergüenza y tus limitaciones, no sirve de nada.
Es como exponerte de pronto de la oscuridad total a una luz intensa. No vas a ver nada.
Empezá por prender una velita. Y ahí vas a ver.
Si vas de una mucho más allá de tu límite, lo único que vas a sentir es el shock. El impacto inhibitorio total.

En cambio, si vas un poquito más allá de tus límites, hay espacio para integrar la experiencia, e ir generando una pequeña liberación. Quizá no sea el ideal que tenemos de una liberación absoluta.
Pero cada pequeño paso es tan rico, cuando nace de una escucha amable de nuestras posibilidades y del proceso vital en el que estamos.

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Siguen abiertos los cupos para que te sumes al

entrenamiento tántrico-alquímico

esta segunda mitad de año, 

y te unas a esta familia donde el amor y el atrevimiento van danzando a favor de nuestro corazón.

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