¿Y si empezamos por asumir lo perdidísimxs que estamos en nuestra sexualidad?  ¿Quién no está perdidx? 

¡Es más! Quien esté muy seguro de su modo de vivir la sexualidad es quien más perdix está. He dicho. 

Simplemente estás ahí, probando. Viendo de qué se trata. Tu sexualidad. Diferente a toda otra sexualidad. El encuentro con vos, y con le otrx.

 ¿Cómo vas a saber de qué se trata tu sexualidad, más que viviéndola?  

 Con toda la torpeza de vivirla. No teniendo idea. Así, a los tropezones. Con miedo, claro, también. Probando. Fallando. Escuchando. Aprendiendo.

Equivocándote la mayor parte del tiempo. Repitiendo los mismos mecanismos que ya no te sirven. Aunque tal vez, en cada repetición, un poquito más consciente.

No hay modo de hacer esto bien. Tampoco de hacerlo mal. 

 ¿Y si fueras simplemente una partícula más de cosmos, aprendiendo a través tuyo como gozarse? ¿Lo podés tocar?

El mundo, la vida y el Misterio están aprendiendo a través tuyo los caminos posibles del placer y del encuentro.

 Y tenemos esta extrañísima exigencia de tener que hacerlo bien. Tener que saber cómo se hace. Tener que sentir un montón de placer. Y que la otra persona también lo sienta. Sentir el grado justo de fuerza, de fiereza, de salvajismo, y el lado justo de ternura, de amor, de poesía. Tener que rendir (y nunca rendirte). 

 Tantos mandatos que giran en torno a la sexualidad y al placer, a la conexión profunda y al deseo.

 Mientras tanto, en tu corazón está el espacio. Para estar perdido, para no saber. Incluso para jugar. Para recordar que estás jugando. 

 ¿Qué pasa si vivís tu sexualidad con esta inocencia primordial?

 De un niño descubriendo el mundo. Con todas sus posibilidades. Sus desgarros y sus placeres, sus fantasías y sus cerrazones.

 ¿Y si no fueras más que un niñx, jugando, explorando con curiosidad y pasión las distintas posibilidades?  Una criatura descubriendo de qué se trata existir, de qué se trata relacionarse. 

 Preguntarte, en ese momento que sientas sexual:¿Cómo es este momento? ¿Qué emociones trae? ¿Qué sensaciones? Así, justo como es. Con toda esa parte que quisiera saber cómo se hace, que quisiera controlarlo, también. Y esas partes que quisieran abrirse y no saben cómo, y esas que quieren salir corriendo, y todas  estas partes que son así, justo como son.

Comprendiendo que todo es simplemente parte del encuentro. Y también estas ganas de abrirte un poco más al juego. Al misterio de la sexualidad. No hay nada que no sea parte del juego.

Sí sentís ganas de sumarte a descubrir con inocencia la sexualidad, te contamos que éstos son los últimos días para sumarte al proceso de Iniciación a las Sexualidades Tántricas, el sábado 28 de octubre a las 15 hs.

Te esperamos!