La confusión entre rendición y resignación que te despotencia

Últimamente me llama poderosamente la atención una confusión que vengo viendo en quienes practicamos Tantra y otros caminos similares:
la confusión entre Rendición y Despotenciación.

En el Tantra hablamos bocha sobre rendirnos a la experiencia. Pero rendirnos a la experiencia no es una resignación barata al aspecto EXTERIOR de la experiencia. La experiencia es fundamentalmente un vínculo, entre eso que percibimos como interior y eso que percibimos como exterior.

Rendirnos a la experiencia es sentir profundamente eso que sentimos en esa relación, es darnos cuenta de las intensidades que nos atraviesan. Y que muchísimas veces incluyen el deseo, como posibilidad de tejer dentro de la experiencia otras posibilidad. A veces salen, y a veces no. Ese no es el tema. La frustración es parte del gesto de desear.

El tema es no confundir rendición con resignación. Porque ahí lo que hacemos es estar cediendo nuestra potencia.

Durante mucho tiempo estuve predicando sobre la rendición. Pero me tomó muchísimos golpes darme cuenta de que, además del ser atravesades por aspectos externos a la experiencia, el Tantra es también la práctica del vacío vital, como estado fundamental capaz de contener todas las intensidades de lo vivo.

Caí mucho tiempo en la trampa: la de creer que estar abierto a la vida, es ser un barquito sin rumbo en un océano infinito -olvidando que la posibilidad de que el barquito se empodere en una dirección también es parte -y que también soy toda la fuerza del océano.

Hay entonces en este camino una doble relación:
por un lado, cultivar el vacío vital, un centro de gravedad contundente anclado en el Misterio de existir. Y, en simultáneo, un ir descubriendo la apertura, como espacio de contacto profundo donde nos encontramos con la vida, con otres y con lo Otro; espacio donde nos dejamos encontrar.

Como con toda polaridad, acá nos encontramos con tendencias:
hay quienes tienden a cerrarse sobre su propia experiencia, buscando la imperturbabilidad, el evitar ser afectado y modificado por el afuera -onda coaching de Tony Robbins-
y hay quienes tienden a filtrarse en la experiencia, predicando el arte de la afectación, pero que terminan totalmente despotenciadxs y desorientadxs, por no cultivar en simultáneo un centro de vacío vital que de un ancla para tanta intensidad.

Claramente suelo estar más del segundo lado. Pero hace tiempo que entiendo la terrible importancia del lado A: el lado activo, el lado deseante, el lado manifestador.

 

Cómo cultivar el vacío vital y creador

En mi caso, sosteniendo una práctica diaria energética de anclaje, basada en lo que comparte el Eze de cultivo interno (algo así como Chi Kung), la meditación Zazen y el Tandava, la práctica base del Tantra que justamente trae este vínculo entre vacío vital y la apertura a lo vivo adentro y afuera.

De la mano de esto van las microprácticas, microactivaciones y microinvocaciones. Ya voy a hablar más de esto pero por ahora quedémonos solo en: cada vez que te acuerdes, sé consciente de tu respiración. Todas las veces al día que sean. Haciendo lo que estés haciendo, y sin cortarlo.

También hace unos dos años que entendí que tengo que entrenar fuerza, que en esta era es indispensable. Todo está demasiado picante. Solo la parte energética no alcanza. Hay que generar masa muscular para poder permanecer enterxs en este colapso.

También considero fundamental el aspecto mental: aprender sobre los patrones de nuestra percepción -a dónde llevamos la atención- y de cómo significamos eso que percibimos. Permitirnos cuestionarlo. Siempre. Dejando espacio a las nuevas posibilidades, cada vez. Eternos aprendices del Misterio.

Y el lado espiritual: el sabernos parte de la danza cocreadora de lo vivo.

Todo esto sintetizado en:
Rendición no es resignación:
tu deseo es parte de la experiencia.

 

Llevarlo a la práctica

Un poco por todo esto, creamos junto a Cucho y Jaz esta nueva experiencia-ritual:
un espacio donde apropiarte de tu deseo
y también de la fuerza para correr el riesgo de ponerlo en el mundo
así, como se va pudiendo.

Un espacio donde entendemos la frustración también como parte indispensable del aprendizaje de desear.

Como dice Rolnik, un espacio donde descolonizar nuestro inconsciente
y habilitar nuevas posibilidades del desear.

¿Estás para este viaje?
El domingo 6 de abril de 2025, de 16 a 19 hrs, en Saavedra.
Además, voy a estar hablando sobre esto en una CHARLA GRATUITA (comentá eso mismo y te paso también el enlace para sumarte a la charla).

Toda la info acá.

Nos vemos pronto.

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