Tocar, simplemente para honrarte. Así como estás siendo. Tocar cada cicatriz, cada tejido, cada herida, cada zona erógena, únicamente para descubrir juntxs sus memorias y sus potencialidades.
El masaje Tantra se basa mucho más en la escucha que en la acción. Requiere ir entrenando una sensibilidad porosa, que deje entrar. Un abrirnos juntxs a la información que los cuerpos tienen para revelar. Y simplemente estar ahí. En sus dolores, en sus heridas, en sus placeres. Movernos como si fuéramos un solo cuerpo, en la dirección que su sabiduría va revelando.
Al tocar, podemos sentir de fondo la pregunta ¿qué me está contando este cuerpo? ¿Qué historias, qué tensiones, qué placeres me cuenta? Dejarlo entrar, dejar que nos toque, que nos conmueva.
Al mismo tiempo, la consciencia de que tocando estoy acompañando a ese cuerpo a que él mismo se entere de su propia historia.
Es reconociendo su historia, sus mecanismos, sus patrones, que puede también ir descubriendo su inteligencia.
Todo el masaje Tantra se basa en un espacio para reconectar con la inteligencia que está dormida en el cuerpo, que se expresa en forma de flujos de erotismo-emoción-vibración.
Para el Tantra, el cuerpo siempre tiende a la salud y al placer. Son los bloqueos -inevitables, por otro lado-, los que impiden esta tendencia.
El masaje es un espacio sagrado donde volver a acceder a esta autorregulación organísmica natural, donde recuperar nuestras tendencias orgánicas hacia el bienestar.
Y esto aparece en la escucha amorosa y respuestuosa, en el tocar y ser tocadxs sin esperar nada de ese contacto. En el simple estar en lo que es.
Si hay una contractura, simplemente estar ahí, darle aire y contacto. Si hay tensión, lo mismo. Si hay zonas dormidas, lo mismo.
Hay un buen mantra para acompañarnos durante todo el proceso: la presencia siempre es suficiente. Lo demás es accesorio. A veces son accesorios hermosos. Pero es accesorio.
En nuestra cultura tan tendiente a la acción, este masaje es sumamente desafiante y revolucionario. Porque no hay nada que hacer. Nada que sanar. Nada que mejorar en le otrx. Nada que descontracturar. Solo ofrecer un espacio sagrado para amar lo que es, así, justo como es. Esa es la práctica del masaje Tantra.
Por más de que esto lleve a momentos de muchísimo movimiento. De lo que hablamos es de que es una acción sin-intención. O mejor dicho, con la única intención de honrar cada singularidad, tal y como esté siendo. Ahí reside el poder del contacto.
Te esperamos en la próxima jornada de Masaje Tantra
18, 19 y 20 de noviembre
Toda la info acá: http://casavolcan.com.ar/2022/09/jornada-masaje-tantra-noviembre-2022/