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Tú puedes. ¡Todo depende de ti!
Estoy seguro que si das lo mejor de vos lo vas a conseguir.

Y así, y así, y así.
Pero… ¿qué es lo que vas a conseguir?
Y, ¿a costa de qué?

Llamo coaching neoliberal a esta nueva corriente tan de moda hoy en día,
que te asegura que vas a alcanzar esa imagen de éxito que el neoliberalismo te ha vendido

pero que en ningún momento se cuestiona esa imagen
ni todo lo que queda relegado en el proceso.

La imagen creo que la conocemos:
casa grande,
viajando libre por el mundo
o con una familia feliz,
o viviendo en mares templados

o bueno, cualquier imagen frente a la cual tu vida real, esta que se da acá, tu día a día,
es una cagada.

Pero, ¿realmente creés que cuando esa supuesta imagen se de,
se van a resolver todos tus problemas como por arte de magia?

Yo a veces sí.
Pero lamento desilusionarnos (o no tanto)…

pero no.

Esa imagen trae en su sombra un montón de cosas que en ese tipo de coaching nadie te cuenta.
Lo que hay que sacrificar para siquiera acercarse a eso.
Tus vínculos cercanos, tus afectos, tu descanso, tu disfrute… todo eso que asociamos estereotipadamente a cualidades femeninas. Todo eso se pierde en enjambres de un deseo devorado por la cultura.

Y no hace falta imágenes tan lejanas, a veces se manifiesta en lo más simple eh. Una comidita afuera puede ser el disparador perfecto para corresponderse -o no- a esa imagen.

Del otro lado de la balanza puedo ver la otra imagen de éxito, la que se generó más por tierras orientales: el éxito como iluminación, como retirada total del mundo.

Quiero proponerte que empecemos a sembrar una nueva idea de éxito.
El éxito como la posibilidad de volver a lo simple, a lo solidario, a lo humildemente pleno en tu estar ahora, en nuestro estar ahora. Que no excluye lo material, ni el deseo, sino que danza en su filo con el corazón abierto, cerca de lo genuino de cada instante.

Es la imagen de éxito que cada día me aporta el Tantra.

Pero, en el camino hacia el éxito de lo simple de estar acá, de un estar presente en lo que va siendo, danzando, llorando, riendo, jugando, constantemente vuelve a tomarme esa otra imagen, ese otro deseo.

El aguijón del deseo cultural está bien incrustado bajo varias capas de piel.
El camino de reconfigurarlo es lento y sinuoso,
es un ir y venir entre momentos de expansión de la plenitud del simple respirar,
y momentos de volver a caer en ideas de éxito-fracaso y su consecuente sufrimiento.

Suely Ronlik llama a este proceso “descolonizar el inconsciente”.

Ella dice que este sistema es un sistema cafisheista
(el cafishe en Brasil acá en Argentina lo llamamos proxeneta)
que te substrae de tu fuerza deseante.
¿Cómo?
Seduciéndote con imágenes inalacanzables
que te tienen atado a una fantasía en la cual ponés toda tu energía
y nunca llega.

La formación en alquimia tántrica es un proceso de ir desarmando esa imagen
para reconfigurar el deseo condicionado
hacia el poder de un deseo creador, en el corazón de lo auténtico -y su simpleza-,
y hackear así la plenitud
de lo simple, de lo solidario, del gozo cotidiano en el asombro de existir.

Descubrí toda la info en el link en nuestra bio
y sé parte de esta aventura de regreso hacia tu manifestación más genuina.

Toda la info en http://casavolcan.com.ar/formacion-alquimia-tantrica/

 

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