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Luna llena en Acuario 11/08/2022 – 22:35 h (UT-3) 2022 

Un instante. Un solo instante puede redefinir toda tu historia.
Un solo instante puede hacer estallar todas tus estructuras.
Un solo instante puede dejarte culo pa’l norte.

Zaz. Y todo cambia. Un movimiento interno, o uno externo.
Y ya no sos más quien creías que eras.

Entonces, mecanismos de defensa.
Todo eso que busca estabilizar algo, entre tanto abismo, entre tanta incertidumbre.

Esta Luna Llena viene a darle una máxima visibilidad a un aspecto que venimos recorriendo el último año y medio: la cuadratura entre Urano y Saturno, que se va acercando a su final.
La tensión entre los acuerdos sociales, y los movimientos singulares.
Entre la estructura, la estabilidad, y los imprevistos.
¿Dónde estás vos en esa extraña tensión?

Luna llena en Acuario viene a poner en evidencia todo eso que hoy estás siendo para una cultura, que te impide ser quien verdaderamente sos —entendiendo como cultura ese ámbito social en el que te movés, sea cual sea.

Partiendo de que sí, de que somos seres sociales, atravesadxs por mandatos y pautas que regulan nuestra convivencia. Y que éstas no son un error.

Pero, ¿cuántas de estas pautas te sirven hoy para desplegar tu extraña singularidad?

Luna llena en Acuario nos gira la mirada, para ver todas esas rarezas que nos constituyen.
Eso que a veces te incomoda que se vea. Eso que no calza con los stándares sociales de tu grupo cultural. Eso que realmente no entra en la imagen que venís dando al mundo.

Entendiendo que justo ahí, en esa rareza, hay un tesoro tremendo esperando ser reconocido.

Si sos un tántrico, mostrar lo empresario o lo monogámico o quién sabe qué pelis que no entran en esa imagen. Bah, más que mostrar, primero: reconocértelo a vos mismx.
Si sos re estructuradx, reconocerte tu lado que tiene ganas de mandar todo a la garcha, y ponerse a cantar desafinado en alguna cantina, bien borrachx.

Entendamos esto: es inevitable que estés viviéndote a través de una imagen. Eso no es un error.
El tema es reconocer todo lo que esa imagen excluye. Y empezar a ver qué te pasa con eso.
De una u otra forma, esta desquiciada lunita lo evidencia.
En lugar de resistirnos, aprovechemos pues esta propuesta de descubrir qué en nosotxs no calza con lo que supuestamente somos y descubramos la desorbitada maravilla que ahí se esconde.

¡Que los altares de la imagen se desvanezcan en el delirante canto de tu singularidad desnuda,
esa que no entra en ningún molde pero que todos los contiene como posibilidad provisoria!

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