No tenemos ni la más mínima idea de qué es lo que se viene -susurra Luna Nueva en Acuario, como un viento que pasa en lo oscuro de la noche.
Cielo repleto de estrellas, luna oscurecida. ¿Sentís tu pequeñez en la inmensidad del misterio? En el tejido de movimientos incomprensibles e impredecibles. Incontrolables.
Incertidumbre, pura y total incertidumbre la de existir.
¡Mejor construyamos murallas que nos den la fantasía de control y previsibilidad!
¡Já! ¡Jájájá! Ríe luna nueva en Acuario, con un tilde en cada Já. Risa de delirante artista del misterio, que no puede más que ver el absurdo en toda construcción que intente a toda costa preservar la forma. Forma que no hará más que trans-formarse, una y otra y otra vez.
Luna Nueva en Acuario nos llama a reconocer nuestro vínculo con la incertidumbre. Las habituales rigideces inevitables que nos componen. Como pequeños mamíferos que buscan algún tipo de certeza. Pero no, corazón. Solo este movimiento incierto. ¿Y entonces?
Entonces, rigideces. Observar las rigideces, observar el temor. E ir creándonos cuerpo disponible al vértigo del abismo de existir.
¿Cómo es viajar orquestadxs por fuerzas que escapan a nuestro control y nuestra comprensión?
Tripulantes en el pulso de lo incierto. En el filo entre la cordura y la locura.
Luna Nueva en Acuario desmantela las esferas de la historia personal, para abrirnos de súbdito a este momento. Justo acá. Donde ahora estamos. Sentí la vida que te rodea, la vida que sos, dice Luna Nueva en Acuario. Entregate a este desquiciado movimiento incierto. Movido por intuiciones sin sentido. Y respirá, no dejes de respirar. Que ese aire que entra y sale es la única brújula posible -brújula de referencias efímeras, pero referencias al fin.
Hasta que empieza a aflorar, a veces, tal vez, en lo profundo, una confianza en este basto tejido que nos mueve. Más allá de todo deseo yoico, de todo anhelo de confirmar la propia identidad, el tejido nos tras-pasa y nos con-mueve, desetabilizando el Yo para abrirnos a la infinita red de relaciones que todo lo teje.
Y en este Yo que se bambolea como borracho de vida, descubrir las semillas que esta Luna Nueva, como toda Luna Nueva, trae. Semillas indispensables para esta nueva era de Acuario que comienza: abrirnos a las múltiples y cambiantes existencias que nos componen.
¿Qué aventuras quieren ser sembradas cuando la historia personal y colectiva se transforma en una comedia más?
¿Qué juegos emergen en la risa que destruye nuestros pasados, y nos abre a toda la intensidad del presente sin certezas?
¿Hacia dónde te guían las estrellas?
Escrito por Wem Marcos Wertheimer, director de Casa Volcán
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