Plutón es un planeta enano que tarda aproximadamente 248 años en completar una órbita completa alrededor del Sol. El último tiempo que estuvo en el signo de Acuario fue desde el año 1777 hasta 1799, y ahora ingresará nuevamente el 20 de marzo de 2023 y permanecerá hasta el 2043.

Acuario es un signo de aire asociado con la innovación, la tecnología, la libertad y la revolución social. Con Plutón en Acuario, se espera que la tecnología y la innovación experimenten avances significativos en los próximos años. También es posible que veamos cambios significativos en la forma en que la sociedad aborda temas como la igualdad, la justicia social y la libertad personal.

Sin embargo, Plutón es también el planeta asociado con la transformación profunda y la regeneración. Su paso por Acuario puede traer cambios significativos en la forma en que nos relacionamos con la tecnología y con la sociedad en general. Es importante recordar que Plutón también puede ser un planeta desestabilizador. Su influencia puede ser intensa.

En resumen, el ingreso de Plutón en Acuario puede ser un momento emocionante y revolucionario en términos de avances tecnológicos y cambios sociales. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que Plutón puede ser un planeta desafiante.

Hasta acá… ¿qué sentís con este texto? ¿Llega? ¿Resuena?

¿Y si te contara que lo escribió una máquina?
Sí, este texto fue escrito por inteligencia artificial, en respuesta a mi pregunta:

“Buenas!

Me gustaría hacer un post en Instagram sobre el ingreso de Plutón en Acuario.
¿Qué me podés contar?”

Y esto es intencional. Para hablar de este gran cambio que se avecina.

Plutón tuvo su primera entrada en Acuario en marzo del 2023, dando su ingreso definitivo este 19 de noviembre del 2024. Este ingreso ya definitivo nos pone de cara a las dobles ligaduras que viene generando la masificación de las redes y el chat como método de comunicación.

Hoy en día, es posible que interactuemos mucho más a través de una pantalla, que cuerpo a cuerpo.

Esto es divino en un montón de aspectos. Nos acerca, nos permite comunicaciones más fluidas. Pero la cosa no termina ahí. Es posible que hace un ratito, creas que estabas conectando conmigo. Y era solo un robot, un algoritmo que reúne información en un instante de miles de lugares, y la ordena en un todo coherente. Muy coherente.

Entonces, la pregunta que nos traigo, de fondo, es:
¿Cuán algorítmicxs somos?
¿Cuán predecibles? ¿Cuán patrones?

Creo que mucho más de lo que nos gustaría asumir.
Recomiendo una serie que aborda esto de forma muy profunda y potente:
WestWorld.

Donde las fronteras entre máquinas con inteligencia artificial y humanidades va quedando tan difuminada, que ya no se sabe, en absoluto, quién es qué.

En el fondo, la pregunta es:
¿en qué se basa la creatividad?

Y a dónde la dirigimos. No es ya solo la creatividad artística, o laboral, o bla. Es ahora tiempo también de la creatividad vincular.

Una creatividad bien distinta.
La creatividad de descubrir nuevas posibilidades para crear nuestra propia vida.

Pero no termina ahí. No es tan fácil.

Plutón en Acuario nos viene a mostrar toda la sombra de este mundo tecnológico que venimos creando. Pero no como proyección externa, sino como reflejo de eso que venimos añorando el último tiempo: vínculos sin contacto profundo, vínculos que no nos transformen. Vínculos de código cerrado. Vínculos sin piel, sin carne, sin hueso, sin confusión, sin dualidades.

¿Qué es vincularnos? Pregunta Plutón en Acuario.

Sin respuestas. Solo para comenzar a purgar algo de esta superficialidad vincular que venimos alimentando, de diferentes maneras.

Una que Plutón quiere vomitar. Vomitar, también, para poner afuera, y ver más claramente, que queda sin digerir al vincularnos solo en la pantalla.

Plutón en Acuario, como dice mi amiga inteligencia artificial, nos permite ver, en simultáneo, toda la potencia revolucionaria de las nuevas vincularidades que permite la tecnología y también su sombra, nuestra sombra reflejada ahí,
todo eso que tenemos de autómatas, predecibles criaturas para empezar a habilitar la fuerza de una espontaneidad real.

Una que, ante todo, sorprende a unx mismx mientras está sucediendo.
Esa es la única espontaneidad.
La que, mientras sucede, va destruyendo la imagen que tenemos de nosotrxs mismxs.

Aunque muchas veces, para que esto se dé, el imprevisto tiene que venir de afuera.
Y eso también es Plutón en Acuario:
la potencia del imprevisto
que destruye
y permite un renacer.

Tal vez se trate de reconocer una sensación:
el temor que nos da la incertidumbre,
todo lo que por ese terror intentamos controlar,
los artilugios que usamos para evitarla
y, en especial, la fantasiosa libertad,
que es, tantas veces, otra forma de repetirnos.

En nombre de la libertad seguimos atadxs a X personaje,
que se repite insaciablemente, preso de su propia repetición…

También es Plutón en Acuario.

Tenemos 20 años para explorar todo esto por delante.
20 años clave como especie
para ver cómo seguimos trazando puentes
en los cuales reconocernos trama de singularidades,
moviéndose en lo espontáneo que también incluye la otredad

con toda la sombra que esto tiene para mostrarnos.

Así como Plutón en Capricornio nos puso de frente muchísimo acerca del patriarcado y los autoratismos, y las rigideces de control, los últimos 16 años…

Ahora nos toca revisar las turbulencias de la supuesta libertad,
que en su discurso de inclusividad excluye constantemente la otredad,
los movimientos tecnológicos, que van excluyendo las capas profundas del encuentro.

Plutón en Acuario es revolución: fue la revolución francesa, al canto de libertad. Ahora toca un nuevo giro. 

¿Podemos adentrarnos en este tránsito
con inocencia, con curiosidad,
y con nuestras perspectivas acerca del mundo listas para ser destruídas
por la fuerza indomable del volcán en nuestros cuerpos?

Esa es mi invitación.