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El placer no es algo que deberíamos estar buscando, es nuestro derecho innato, es parte de nuestra naturaleza mamífera humana.

El placer es nuestra medicina gracias a su pulso vibrante (cuerpa puente).

A través de nuestra energía sexual (pulso vital, lo que nos mantiene vivxs, nuestro origen) disponibilizamos el placer (no necesariamente genital).

El placer nos habilita a sentir a través de todos nuestros sentidos, nos regula el sistema nervioso central.

El placer lleva oxígeno a nuestras células, revitaliza nuestros circuitos,
libera nuestras tensiones
y gestiona nuestras emociones,
derrite corazas innecesarias,
conecta con la creatividad,
expande la autoexpresión,
disponibiliza la empatía,
la gratitud,
la generosidad.

El placer es innato y todo este sistema está hecho para la des-regulación, para la desconexión, pues así podemos ser más como quieren y menos como deseamos.

Así somos más fáciles de manejar y manipular hacia formas automáticas del vivir infértiles y desvitalizantes.

El placer comienza en nuestra gestación, no se trata de pecados, ni de nada externo.

Somos placer, somos erotismo.

El placer nos permite sentirnos en la unidad, en la confianza, en la libertad, en reciprocidad con el entorno.

Expande la alegría. Nos hace sentir plenxs, calmadxs, motivadxs.

No permitir que circule nos enferma, nos enfría, nos separa.

Nos convierte en seres violentos y desconfiados, depresivos, cargados, con poca capacidad de disfrute, reprimidxs, frustradxs.

Así nuestra cuerpa física, mental, psíquica y espiritual vive en modo estrés y todo lo que deriva de ello.

Hablar de placer no es andar flasheando por el aire, estamos hablando de un aspecto biológico primario.

Tu cuerpo es células, el placer viene a hacerlas vibrar.

Esa vibración se expande por todo tu sistema. Abre y disponibiliza.

Recuperar el placer y el erotismo no tiene que ver con estar todo el día pajeándome.

Es mucho más amplio.

Incluye ver mis heridas, entrar en mis sombras, deshacer las jerarquías entre espíritu y cuerpo-materia, entre otras, muchas otras.

Esto no significa aniquilar la paja, pues integración ante todo.

Significa comenzar a andar caminos poco habitados respecto al placer.

Encontrarlo en toda la existencia, en todo lo que me compone, en todo mi entorno.

En esas partes de mi cuerpo o de mi ser sutil que miro poco.

Cuando respiro, una semilla germinando, una flor nace, el pájaro canta, la abeja poliniza, el loto, el lodo, la danza, la sopa, el abrazo.

 

Con este aire blandito que trae el placer, les contamos que en febrero se vienen varios talleres presenciales en CABA para explorar las tres prácticas fundamentales del tantra:

-Respiraciones tántricas, facilitada por Ambai Julia Onetto (@respiracion_libre)
-Masaje tántrico, facilitado por Facundo Higa (@facundohiga.up)
-Danza tántrica, facilitada por Nadia Marinoff (@nalkimia)

Si sentís el pulso de conectar con esa parte tuya que está pidiendo que la escuches, te esperamos en este espacio donde acompañamos tu proceso, tu despliegue vital. Toda la info en la sección «Próximas actividades».

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