Ante semejante crisis como la actual, una de las primeras cosas que tendemos a sacrificar cuando se impone el temor es el disfrute. El cuerpo se tensa, el cerebro se fija en el anhelo de controlar lo incontrolable. El espacio para el goce y la ternura quedan perdidos. Seguimos posponiendo para algún futuro ese espacio de intimidad.
En casi todos los procesos que acompaño, en algún momento aparece la necesidad de delimitar un tiempo para el disfrute. Puede ser cualquier cosa que nos guste. La magia del #Tantra es que nunca te va a decir de qué deberías disfrutar y de qué no -como sí hacen casi todas las tradiciones. Solo te va a decir, que ahí donde está tu disfute, pruebes de entrar un poco más. De entrar con todo el cuerpo. De entrar con el corazón. De dejar que el disfrute crezca en tu cuerpo, como ríos que se mueven en todas direcciones, llevando los sutiles oleajes de dulce intensidad.
Propongo abrir el espacio diciéndonos a nosotrxs mismxs algo del estilo “Me permito, en los próximos minutos, no necesitar resolver nada, sanar nada, entender nada. Simplemente permitirme estar en lo que estoy, investigarlo, incluyendo el placer y la ternura como posibilidad.”
Hoy te regalo esta propuesta que hago en casi todos los procesos: un tiempo de tu día, definido por reloj para que no haya excusa, se lo vas a ofrendar a la diosa Placer, a la diosa Venus , a Shakti. Así como tantas horas de tu día se las ofrendas al dios Esfuerzo, al dios Control, al dios Miedo. Podés empezar con 10 minutos e ir dándote cada vez más tiempo.
Dice el Vijnana Bhairava Tantra: “Ahí donde la psique encuentra su satisfacción, ahí mismo se debe quedar fijada sin dudas: porque es ahí donde la esencia de la suprema beatitud se revela sin restricción.”
Les invito también a sumarte al laboratorio tántrico que estaremos compartiendo el sábado 7 de noviembre de 16 a 20 hrs, donde seguir investigando el erotismo y la intimidad.
Les cuento también que ya están abiertas las inscripciones para la formación en Tantra 2021. Un viaje hacia despertar la pasión por todo lo que implica vivir.