Sanar nuestra soberbia
Estos días, leyendo el testimonio de Jeff Foster, un ser muy precioso que está atravesando una enfermedad que lo tiene devastado, estuve conectando con un montón de miedos y misterios del existir. Y también con bastante bronca.
Es que ahora de pronto son todxs biodecodificadores que te empiezan a analizar y a ver y estás haciendo mal esto o esto otro.
Está buenísimo que empecemos a asociar la enfermedad a algo más emocional y existencial, está buenísimo que volvamos a unir un poco cuerpo y emociones y mente y espíritu. Pero sigue ese mismo fucking patrón de todo verlo en términos de un puritarismo horrible y su consecuente carga de culpabilidad.
Estás enferme y es básicamente porque estás haciendo todo mal en tu vida, o al menos algo mal. Algo que podrías estar haciendo mejor. Desde todo ese cuentito neoliberal del individuo, y de que todo depende de vos, que tu enfermedad y tu pobreza dependen de vos.
Y está re bueno hacernos responsable de las cosas de las que nos toca hacernos responsables. Porque también está la espiritualidad de “porque es la voluntad del cosmos” y no me hago cargo de un carajo.
Dos extremos horribles de espiritualidades narcisistas y culpógenas. La cuestión es que a veces nos enfermamos. Y no tenemos ni idea de por qué. Simplemente nos enfermamos. Y no siempre sabemos encontrar fácilmente los procesos para sanar. A veces sencillamente no los encontramos. Y eso no nos hace mejores ni peores. Nos hace humanes, igual que todes les demás, viendo cómo vivir todas intensidades del vivir. Como vamos pudiendo. Con enfermedades, y padecimientos, y alegrías, y todo el combo.
Así que la próxima vez que te pongas en biodecodificador de quien no te lo pidió, me gustaría preguntarte si estás pudiendo mirarle a los ojos, si estás pudiendo sentir junto a elle sus dolores y sus miedos, si estás disponible para darle un abrazo. Para lanzarte junto a elle en ese no saber, en ese no tener idea. Para encontrar caminos juntes, desde el mismo barro, desde la misma mierda. Si no ni lo intentes. Si vas a ser su salvador, ni lo intentes.
No necesitamos más salvadores. Necesitamos compañerxs con quien danzar juntes en la mierda y en las estrellas, en las cuevas y en las montañas. En la enfermedad y en la salud. Listes para caer juntes en los océanos más profundos, y para volar juntes a los planetas mas lejanos. Sin querer arreglar a nadie. Honrándonos en nuestras roturas. Amándonos en nuestras roturas. Incluso cuando la rotura del otre duele en la mía.
Quizás así empecemos juntes a sanar un poco esta gran enfermedad de la soberbia que nos viene carcomiendo.
Escrito por Wem Marcos Wertheimer, consultor e investigador astrológico
Y te invitamos a la próxima clase gratuita que compartiremos el día viernes 23 de julio, de 19 a 21 hrs por Zoom,
Tantra para todxs – honrarte justo como estás siendo Inscribite aquí