A quien no contenta lo pequeño, nada le contentará..
Epicuro
Sol en Tauro, del 20 de abril al 20 de mayo
Cuerpo. Con limitaciones, con necesidades, con potencialidades. Cuerpo habitado o cuerpo olvidado. Cuerpo vital, territorio del placer, o cuerpo-zombie, vehículo de la productividad ciega y la supervivencia.
¿Cuáles son las verdaderas necesidades del cuerpo que sos?
Estamos domesticadxs para creer que necesitamos muchísimo más de lo que verdaderamente necesitamos. Esa es la gran programación del capitalismo. Creer que necesitás de todo, “necesidades crecientes y recursos limitados”, cantan por ahí. Siempre necesitás más, y cada vez hay menos. Partiendo de esta premisa, todo nuestro cuerpo está aterrado. Modo de supervivencia activado.
¿Pero alguna vez te detuviste a pensar, a sentir, plantadx en tu cuerpo, qué es lo que realmente estás necesitando? Más allá de esas voces de la ambición y el deseo desmedido, más allá de todo ese relato del éxito que te estés contando. Hay necesidades reales. Vitales. Preciosas.
Te invito a darte un espacio para meditar al respecto. Habitándote cuerpo.
Y ojo que no me refiero ni siquiera a una vida necesariamente austera. De hecho, por qué no retomar la gran sabiduría de Epicuro, que nos hablaba de una vida de placer. Pero el placer en términos epicúreos no es el mero derroche sino, por el contrario, un placer de lo frugal. Decía este gran maestro que si el esfuerzo para conseguir el placer era mayor que el placer, entonces ya no lo valía. Y nos invitaba, una y otra vez, al placer de lo más simple. De seguro algo taurino tenía el señor.
El placer de lo más simple, ese tan accesible en cada momento si simplemente nos permitimos habitarlo. Un sabor, un olor, una canción. Una caricia, un beso. No hay mucho más. Cuando ponemos el placer allá lejos, siempre salimos perdiendo. Porque el placer solo existe acá, bien cerquita. El placer solo existe disponible en el instante que está aconteciendo.
La temporada taurina es una invitación a tomar contacto con la realidad de nuestro ser-cuerpos-habitados. Con nuestras necesidades reales, más allá de lo que la mente nos cuenta que estamos necesitando. Con nuestras limitaciones reales también, la de estar encarnadxs, más allá de las limitaciones que nuestrx tiranx interior nos impone. Y con todo el potencial de placer y belleza que hay en cada paso, cuando nos permitimos habitarlo plenamente.
¡Que esta temporada taurina sea de un íntimo contacto con nuestra experiencia terrenal! Que recibamos de ella todos los aprendizajes disponibles para nuestro viaje de existir en este mundo.
Escrito por Wem Marcos Wertheimer, consultor e investigador astrológico
El placer necesita su ritmo. En el apuro nunca hay tiempo para el placer. Esto Venus en Tauro lo tiene clarísimo. Por eso Venus rige a Tauro. Si querés enterarte de qué se trata Venus en Tauro hace click acá.