En cada respiración
está disponible
todo lo que estás buscando

Suena a un montón, ¿no?
Pero dejame que te cuente:

Suena a un montón. Lo sé.
Es que estamos totalmente condicionadxs para creer que la plenitud debe de ser algo que está allá, lejos. En esa imagen de éxito que te creaste.

Y así vas dedicando toda tu energía para alcanzarla. Y nunca llega.

Es que creo que la plenitud no depende de algo externo, sino de un modo de estar en contacto con la experiencia.

La plenitud es básicamente
estar plenamente, con tu respiración, tus sentidos, tu corzaón y tu mente
justo en esto que está siendo.

Incluso en el contacto con experiencias de tensión, de estrés, de ansiedad, de dolor, de lo que sea, si la respiramos plenamente, si permitimos que todo nuestro cuerpo esté implicado en la experiencia, la plenitud es una posibilidad.

Lo bueno es que no hace falta que me creas.
Podés probarlo:

¿cómo es, justo ahora, detenerte a sentir toda la amplitud de tu respiración?

Dándote el espacio para que, lo que sea que esté siendo, simplemente sea. Dejando que circule en todo tu organismo, a lo largo y a lo ancho de tu respiración.

Así, de pronto, si tenemos esto presente,
algo en nuestra presencia, casi sin darnos cuenta,
empieza a transformarse.

Y la plenitud se vuelve una poderosa compañera.

Este es el regalo que el Tantra tiene para ofrendarte.

Si quisieras adentrarte más en este universo tántrico,
te invito a sumarte a la MasterClass

Sembrar la semilla de la plenitud

En vivo por Zoom el sábado 12 de noviembre, de 15 a 18 hrs.