Un posible mapa hacia el placer
por Wem Marcos Wertheimer
Formamos parte de una cultura que forma para el deber, nunca para el placer. Nuestra educación se basa principalmente en aprender a cumplir horarios y a esforzarnos para ser lo que la incuestionable autoridad espera de nosotrxs. Rara vez tiene en cuenta tu deseo, tus necesidades, tu curiosidad. Y más rara vez aún tus emociones, tus frustraciones, tus placeres. Aún hoy, en tiempos de educación sexual integral, el placer sigue siendo muy tabú.
Para el Tantra, una buena parte del camino tiene que ver con reconectar con el placer de estar viviendo. La celebración por el simple hecho de ser parte del movimiento del cosmos. Lo curioso es que no se trata de ir en busca del placer, sino de relajarnos en el placer de existir. No se trata de recetas para sentir placer, como tantas veces se trata de vender con el nombre de Tantra, sino de un lento proceso de ir desarmando las corazas que te alejan de tu naturaleza gozosa original.
A continuación, te presentamos un posible mapa que vemos de este proceso. No olvides: no es más que un mapa, con una invitación a descubrir y recorrer tu propio territorio singular.
El derecho a sentir placer
La primera respuesta sería: vivimos bajo el paradigma del esfuerzo, del deseo insatisfecho. Vivimos intentando conseguir algo que nos complete, porque nos sentimos incompletxs. Incluso, a veces, buscamos el placer. ¡Y esta búsqueda es sumamente válida! El tema es que partimos de una base equivocada.
Primero que nada, necesitamos darnos la posibilidad de sentir placer. Necesitamos asumir que el sentir placer es esencial para nuestra existencia plena. Y en segundo lugar, y esto es esencial, necesitamos asumir que no tenemos idea de cómo funciona el placer. Cuál es su singular arquitectura en vos. Porque cada quien tiene modos muy diferentes de sentir placer. Lo que para unx es placentero, para otrx puede ser sumamente displacentero, y viceversa. A veces, al asumir que sentir placer es importante, creés que ya deberíamos saber sentirlo, y te frustrás rápidamente. Pero es como si quisiéramos aprender chino. Nunca hablamos chino, y un día caemos a la primera clase y ya deberíamos saber hablarlo a la perfección. No, entendemos que aprender un idioma es un proceso. Lo mismo el placer. No es algo que vas a descubrir de un día para el otro. Es un proceso de aprendizaje de ir abriéndote cada vez más al placer de existir. En verdad, de ir soltando las corazas que te alejan de dicho placer -porque el placer es básicamente soltar el control, y entregarte a la vibración íntima e intensa de este instante.
Investigar con inocencia
En segundo lugar, entonces, esta investigación necesita ser inocente. Estar despojada de juicios y pre-juicios. Acercarnos al placer como cuando éramos niñxs. Solo que de niñxs este acercamiento al placer fue reprimido, juzgado, rechazado. Necesitamos recuperar la inocencia con que de niñxs investigamos el placer. Tocar nuestro cuerpo con curiosidad. Tocarnos con otro cuerpo con curiosidad, con inocencia. Abiertxs a nombrar aquello que nos gusta del contacto, del encuentro, y aquello que no. Necesitamos descubrir cómo nos gusta ser tocadxs, escuchar cómo le gusta ser tocadx a nuestrx amante. Dónde, cómo, cuándo chupar, morder, besar, tocar. Todo.
Y el placer no queda únicamente relegado al ámbito sexual. Cada instante puede ser una oportunidad para la práctica del placer. Insisto en que nuestro cerebro occidental rápidamente puede hacer de esto algo compulsivo, basado en un nuevo deber: “debo sentir placer”. Pero no se trata de nada siquiera parecido.
Para el Tantra, nuestra naturaleza más orgánica y original es sentir placer, gozar. No gozamos porque estamos desconectadxs del instante, porque nos fuimos creando a lo largo de la vida múltiples corazas que nos alejan del placer. Pero toda experiencia, absolutamente toda -incluso aquellas dolorosas, aquellas incómodas, aquellas que nos enojan- puede ser una oportunidad de seguir abriéndonos al placer de existir, que incluye todos los matices del vivir.
El goce de existir
En tercer lugar, entonces, el Tantra es una invitación a investigar en cada instante la posibilidad del goce. En cada respiración. En esta respiración que estás tomando justo ahora. Dejar que el cuerpo se abra al placer, como si fuera una pregunta: “¿a ver cómo circula el placer a través mío en este instante? ¿A ver cómo es transformarme en puro placer que circula?” Ya sea escribiendo un texto, leyéndolo, tomando un mate o un café, contemplando algo, comiendo, cagando, lo que sea. Todo es digno de ser vivido placenteramente.
El Tantra te propone relajarte en el placer de existir. Devenir la danza de la existencia en sus infinitas formas, momento a momento. Inhalar ahora, dejando que la vida te penetre. Exhalar, penetrando a la vida. Transformándote en un amante del instante, haciendo el amor con él en cada respiración. No perdiendo la sensación de juego curioso e inocente. Atrevido. Vital.
Síntesis
Entonces, en síntensis, sería lo siguiente:
- Abrirte a la investigación del placer. Asumir que necesita tiempo y atención, lo mismo que si estudiaras ingeniería o física cuántica. Y darte el tiempo y el espacio para hacerlo. Regalarte un espacio “ritual” de intimidad con vos. E ir extendiéndolo lentamente a tu vida.
- Investigarlo con inocencia, como un juego libre y amoroso. Descubriendo qué te lleva más al placer y qué te quita. Sin necesidad de ir constantemente por más, simplemente investigando. Y pudiendo nombrar y preguntar y escuchar con tu amante por dónde va el curso singular y único de su sentir placer.
- Recordar que cada instante es una posibilidad de investigar tu ser-goce, de hacer el amor con el instante.
Y ante todo y más importante, recordar siempre que el placer no es algo que tengas que ir a buscar afuera, en una corrida compulsiva por sensaciones cada vez más intensas. Es tu naturaleza. Y lo único que te impide sentir placer son tus corazas, que impiden un contacto profundo y vivo con el instante. Estar en contacto abierto con este instante: eso es todo lo que necesitás para sentir placer.
¡Bienvenidx seas a sumarte a esta investigación inocente! En nuestras actividades de Tantra, nuestras propuestas de acompañamiento individual Matriz y en cualquiera de nuestras próximas actividades.