Diálogo de una cuadratura
Saturno retrógrado en Acuario
Soy estructura cambiante, tiempo de reconocer estructuras fijadas caducas, reflexión sobre nuevas estructuras
Urano en Tauro
Soy mutaciones sensibles, nuevas corporalidades que desafían todo lo hasta ahora conocido, soy singularidad gozosa
Conversación en cuadratura
Saturno – Estamos precisando nuevas leyes, capaces de contener la gran incertidumbre planetaria que hoy nos acompaña.
Urano – ¿Leyes? La única ley es el cuerpo singular. Con sus necesidades, sus deseos, sus posibilidades, sus limitaciones. La única ley es el cuerpo habitado, siempre cambiante.
Saturno – En que las leyes fijas no nos están sirviendo de mucho estamos de acuerdo. Pero en tu propuesta no hay espacio para pensar una construcción social, una civilización. Necesitamos ley que articule, aunque sea cambiante. Puro cuerpo singular, cada quien para su lado, no nos va a permitir afrontar los nuevos desafíos que hoy nos atraviesan.
Urano – Lo que no nos permite atravesar los desafíos actuales es lo desconectadxs que estamos de nuestrxs cuerpxs, del cuerpo de la Tierra! La única gran crisis hoy es la del abuso inacabable del cuerpo propio y planetario. ¡Y la transformación del cuerpo empieza en el propio proceso! Empieza en la escucha que deja de abusarse a sí misma. Empieza en la creación de nuevas formas que puedan contener los pulsos singulares de cada corporalidad.
Saturno – ¿Y cómo podríamos impulsar tal transformación? Necesitamos generar agrupaciones que exploren lo singular.
Urano – Cuerpos colectivos con espacio para el cuerpo singular.
Una posible conversación de este diálogo que Urano y Saturno vienen teniendo en el cielo todo este año. Pero sabemos, también, que viene sucediendo otra conversación. Donde Saturno simplemente, ante el perfume de la incertidumbre, hace lo que mejor sabe hacer: reforzar los mecanismos de control, igualando, excluyendo la diferencia. Y Urano, ante esos tonos represivos, hace también lo que mejor sabe hacer: rebelarse, por el peso de la propia diferencia, excluyendo de su campo perceptivo la otredad.
Sin embargo hay otro diálogo posible: donde ambos concuerdan en la necesidad de un acuerdo colectivo que pueda incluir las diferencias.
Lo digo y me suena lejano. Diferente es solo el peligroso. El conspiranoico. Si no estás atado al guión oficial, sos un delirante. Eso sostiene Saturno. Y si estás atado al guión oficial, sos un zombie. Eso sostiene Urano. ¿Y si todxs fuéramos un poco zombies delirantes? Desarticular lo colectivo, no para una rebeldía que acaba por ser tan excluyente como el estado, sino para la creación de nuevos colectivos que contengan cada especificidad. Ese parece ser el gran desafío de este año.
¿Podremos al menos arrimarnos a tal posibilidad?
Escrito por Wem Marcos Wertheimer, consultor e investigador astrológico
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